sábado, 26 de marzo de 2016

Crónicas de un sueño 10



Lo primero que recuerdo es un lugar en el que había estado incontables ocasiones, la escuela de artes de Jerez. En este sueño, acompañado de mi fiel compañero Pikachu en el hombro, volvía a visitar tras mucho tiempo aquellas paredes que me acogían en todas aquellas mañanas de estudios, llenas de experiencias y recuerdos.
Me topé con uno de mis antiguos profesores que, aunque con dificultad; aún seguía acordándose de mi. Le comenté mi situación actual y mis planes de futuro. Tras despedirme bajé al patio porticado que a diferencia del patio real, éste era enorme con columnas griegas derruidas que fotografiaba una composición espectacular. 
Un amigo, Yugi Muto alias Antonio Morales me desafió en aquel majestuoso lugar a un combate pokemon. No tardé ni un ápice en aceptar puesto que mi compañero sentía ansias de demostrar su valía.


¡AVISO: Este trozo DEBE leerse mientras se escucha esta canción!



Me coloqué una gorra y bajo la sobra de la visera llamé a mi amigo Pikachu para que saltase desde mi hombro al campo de combate y acto seguido Yugi sacó de su pokeball a su antiguo compañero de viajes, Charizard. Ambos se encontraban con una determinación ardiente. Yugi y yo concretamos ciertas normas para que no resultasen excesivamente dañados. Los puntos de victoria se determinarían cuando uno de los combatientes asestara un golpe fulminante a su oponente o por consiguiente, el entrenador decidiese por cuenta propia la pérdida de la ronda y así pues dio inicio a la ferviente batalla. Charizard no tardó en volar a toda velocidad hacia Pikachu pero le ordené que lo esquivase en el último momento zafándose así del golpe y salir indemne de la acometida. Pikachu había adquirido unas afortunadas milésimas de segundo para propinarle el primer golpe fulminante y un cola férrea fue directo a su espalda enviándolo hacia unas columnas, rompiéndolas a su paso. Aquel asalto no fue mas que un calentamiento, al menos en boca de Yugi y no era ninguna broma, el siguiente round me pilló desprevenido y Charizard golpeó rápidamente a Pikachu con sus puños hiriéndolo de gravedad. Aunque no se tratase de un golpe fulminante, había dejado a mi compañero bastante tocado. Era demasiado pequeño para aquel enorme adversario, pero no íbamos a echarnos atrás. Charizard volvió a arremeter contra Pikachu nuevamente pero le ordené que esquivara cada uno de sus golpes que con gran maestría, su pequeño tamaño y velocidad sirvieron para contrarrestar cada golpe con rayo, cola férrea y un puño trueno respectivamente. Nuestra compenetración orden-ataque era perfecta, prácticamente no era necesario formular el ataque para que Pikachu lo realizase a la perfección. Yugi parecía no afectarle el resultado, sabía que tenía algo en mente y que podría darle la vuelta al combate en cualquier momento. Y así fue, nuestra racha de suerte acabó y mi contrincante ordenó a su pokemon una ráfaga de puños fuegos contra mi pequeño Pikachu que aunque lograse esquivar algunos fue imposible salvarse de todos y acabó lanzado contra una pertrecha estructura griega ocultándolo tras un muro de humo.
Tenía miedo, no podía ver si se encontraba bien. Aunque no me hacía falta, confiaba plenamente en el así le ordené nuestro mejor golpe a lo que Yugi respondió con la misma baza. Un choque decisivo. Charizard lanzó un potente envite ígneo casi a bocajarro y Pikachu lanzó tras la humareda nuestro factor sorpresa, al grito de "Adelante Pikachu, bola voltio!" 




Ambos golpes chocaron y nuestros pokemon cayeron víctima de la ferviente explosión ocasionada por la erupción de ambos ataques al colisionar entre sí. Pikachu, con una voltereta en el aire se incorporó casi sin problemas pero en cambio Charizard cayó varios metros atrás. Tras esto decidí que ambos debíamos finalizar este encuentro y darnos un punto a cada uno porque lo merecían dada la pasión y esfuerzo que habían puesto. Yugi no estaba de acuerdo y prefería concederme la ronda a mi ya que mi Pikachu estaba en mejores condiciones.

Al final no se como solucionaríamos el conflicto pero las imágenes que guardo de aquel combate han quedado grabada a fuego y relámpagos en mis recuerdos. Como una viva película lucía, recuerdo cada detalle, la arena del patio gris salpicada por las columnas de un blanco inmaculado flanqueado por el pórtico de columnas. 
Despido esta entrada con un gif que mostraría la relación entre nuestros pokemon tras aquel estupendo combate amistoso.





Entrada dedicada a Yugi Muto (Antonio Morajes Rojas)


No hay comentarios:

Publicar un comentario