domingo, 20 de marzo de 2011

cap10-Compañerismo y Amistad


Mi sentido empezó a despertarse..no sabia donde me encontraba ni que ocurría, ni siquiera me había percatado de que hubiese pasado algo. Abrí los ojos tanto como pude aunque solo vi a la distancia una borrosa visión de donde me encontraba, todo estaba oscuro y sin ninguna señal del susurro del viento que siempre acariciaba mi triste alma en pena.

Intenté levantarme pero mis extremidades estaban entumecidas, un fuerte hormigueo sacudía cada rincón de los centros nerviosos de mi cuerpo, así que con paciencia y mucho esmero poco a poco fui recuperando la compostura y me rehabilité donde finalmente observé el lugar en el cual me encontraba. Era un lugar lúgubre y tenebroso sin ningún ápice de sonido, todo parecía haberse quedado en el mas absoluto de los silencios, di unos golpecitos a mi máscara para comprobar que efectivamente si escuchaba. Mi máscara, en cambio, había perdido un trozo de ella, todavía parecía sólida y suspiré aliviado de que así fuera.

Tras recuperarme totalmente del impacto y extrañamente de haber sobrevivido de aquella caída tan inmensa intenté por todos los medios buscar alguna salida de este hoyo en el que me encontraba atrapado.

No había salida posible, toda esperanza de encontrar algo, puerta, ventana, escalera...era nula, cansado psicologicamente, mi alma se arrodilló en el suelo a la espera de su fallecimiento, no contento por esto unos pasos se escucharon rompiendo el sepulcral silencio atronando mi cabeza.

Dos seres se acercaron a mi, uno Enorme y otro pequeño, dos seres oscuros, dos entes parecidos al que anteriormente me crucé en el camino que olvidé pero que sigue clavado en mi corazón. El ente enorme me ofreció la mano y me ayudó a reincorporarme mientras que el pequeño se trasformaba en una especie de escalera de caracol que subía tanto que mi vista no podía alcanzar a ver. El ente enorme me aupó en su fuerte y rudo hombro y me llevó hacia las escaleras subiéndolas peldaño tras peldaño. Extrañamente no me asustaba estos entes, todo al contrario, emanaban una fuerte aura de cariño, un calor que hacia que mi alma se sintiera tras mucho tiempo en la soledad...bien.

Tras un largo tiempo por fin llegamos a la cima, a las escaleras que anteriormente no pude alcanzar. Estos dos entes; uno al lado del otro me observaban, sin moverse ni decir ninguna palabra, mi alma triste y con todo su mal pesar no podía pronunciar unas palabras gentiles de agradecimiento pero no obstante los entes tras una reverencia dieron unos pasos atrás y desaparecieron en la espesura de la oscuridad. Consecutivamente proseguí mi viaje subiendo pisos de esta torre, que se apellidaba "deseos".

No dudaba en volvérmelos a encontrar, aquellos entes habían abierto un hueco en mi corazón y siempre estarían ahí porque me demostraron a través de sus actos que les importaba y aquello es lo mas bonito que se puede obtener y completar de la palabra llamada "Amistad"

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