Mientras subía las interminables escaleras que se cernían sobre mi, incontables recuerdos azotaban mi alma sin cesar....
¿Recuerdos buenos?
lo dudo.
¿Entonces si son malos por que no mejor olvidarlos?
Imposible, aunque sea un sentimiento que deseo desechar de mi, en antaño fue un cariño que me recogía en el regazo de un manto cálido y entrañable.
¿Entonces aquello no fue del todo malo?
Si lo fue, aquello que creí un tatuaje fue en realidad una simple pegatina que en condiciones desfavorables acababa despegándose y cayendo dentro de mi sombra, cuyo lugar era inaccesible para mi.
Pues si no quieres olvidarlo seguirás sufriendo estúpidamente, ¿no te parece esa opción tuya una tontería?
Aunque fuese así no puedo cambiar algo que sentía o sienta. Duela o no, es el camino escogido para mi, mala suerte o el destino quizás, pero aún así me tragaré todo esto y sin que nadie sepa nada seguiré mi rumbo hacia lo desconocido con la ilusión de encontrar algún día esa luz que se desvaneció ante mi presencia.
Tras esta dolorosa conversación noté como el susurro del viento se fue alejando de mí y como al poco tiempo volvía a quedarme solo en esta descomunal torre mientras mi alma proseguía su incansable periplo hacia la cima
No hay comentarios:
Publicar un comentario