miércoles, 9 de julio de 2014

Inerion3


Capítulo tercero
Yuchiko empieza a conocer la Algaida


Esa noche no pude dormir, estaba tan nervioso que no podía dejar de pensar en Yuchiko, yo quería conocerla y hacerme amigo suyo, pero no sabía como presentarme y que decirle.
Acostado en mi cama me puse a pensar en ella, como mirarla como  hablarle, si con “cachondeo” o con seriedad, después de un rato me dormí.
A las 11:00 de la mañana me desperté, me levanté y cuando iba a pasar por la puerta me choqué con….  .¡Yuchiko!
- perdón, uhmm… ¿te encuentras bien?- me dijo con una sonrisa
- u… a… h…- no tenía palabras para hablarle
- oye, eres Alberto, ¿verdad?
- pues… pues, si… estooo, ¿Qué haces aquí?- contesté rascándome la cabeza
- vengo porque estaba aburridísima en casa de mi tía y… he venido a conocer a mi nuevo vecino
- ¿desde cuando estas aquí?- contesté con curiosidad
- desde las 9:00 más o menos- me dijo con una gran sonrisa
- ¡¿QUEEE HAAAS DICHOOOO?!- empecé a sudar como nunca lo había hecho y en ese mismo momento entró mi madre y me dijo…
- Yuchiko ha estado ayudándome toda la mañana y encima ha cuidado de tu hermano
-buenoooo… tampoco es… para tanto- contestó Yuchiko sonrojada.
En ese mismo instante mi hermano apareció detrás de mi madre y me dijo:
- JE JE, ya es mía, ¡y solo mía!
Y salí corriendo detrás de él para pegarle un buen coscorrón
- estos hombres- le dijo mi madre a Yuchiko
- je je je- sonrió Yuchiko
Después de correr detrás de mi hermano me acordé de que tenía que ir a casa de Iván, frené, cogí mi baraja de YU-GI-OH, abrí la puerta y…
- ¡a dónde crees que vas!- gritó mi madre
-a… a casa de Iván
- ¿sin... desayunar?- dijo Yuchiko con la cabeza agachada
- estooo… es que voy a llegar tarde- conteste en el momento que me rugieron las tripas
- je, me parece que tus tripas quieren esperar- dijo Yuchiko.
Yo me fui al salón miré atrás y vi a Yuchiko y le dije…
- siéntate, como si el sofá fuera mío- no pude sostener una carcajada- JA JA JA JA.
Yuchiko se sentó en el sofá que estaba enfrente del televisor y yo el que estaba a la derecha doblado, los dos 
sofás hacían una “L”.
Encendí el televisor y puse el canal 2 Andalucía y estaba emitiendo Inu-Yasha y dijo Yuchiko sobresaltada…
- ¡no cambies “porfa”!- dijo entusiasmada
- ¿te gusta esta serie?- dije
- a mi si, ¿y a ti?
- pues claro
- ¿por qué capítulo va?
- por el ciento y pico, mas o menos.
En unos 30 segundos mi madre puso en la mesa dos vasos de leche con colacao
- ¿también hay para mí?- dijo Yuchiko
- pues claro, por haberme ayudado toda la mañana- contestó mi madre.
Yo me la bebí antes que ella, me fui al servicio corriendo, salí, volvía coger mi baraja de cartas y en el momento de salir por la puerta me dice Yuchiko:
- ¿puedo ir contigo?
- no se yo…- dije volviéndome a rascar la cabeza
- venga porfaaa, ¡es que quiero conocer el pueblo!- me dijo
- ¡si es para conocer la ciudad, entonces puedes venir conmigo!- dije con aires de líder
-¡¡¡BIEN!!!
Cogí la MONTY de mi primo Jorge (vive justo a la derecha de mi casa), monté y le dije a Yuchiko:
- monta en los pasapies
- si, señor- dijo haciendo un saludo militar
- ¡ADELANTE!- contesté levantado la mano.
Y nos fuimos directos a casa de Iván. Y  mientras, por el camino…
- oye, ¿tienes muchos amigos?- me dijo Yuchiko con algo de curiosidad
- dos, Iván y Manolo
- Manolo, ¿me recuerda a algo o… a alguien, pero?… no sé- se dijo a sí misma pensativa
- Yuchiko… estooo… ¿de donde vienes?
- de Madrid
- de capital, ¿eh?, ¿Cuánto tiempo te quedaras en la Colonia?
- hasta año nuevo, cosa así.
En ese momento no tuve mas ganas de hablar, ni de sonreír ni nada por el  estilo. Al escuchar que solo se iba a quedar un par de días se me quitó las ganas de jugar. Ya me estaba acercando al colegio y de repente salió 
Manolo como una gran bestia dominante y saltó sobre mí, en ese mismo instante tuve que maniobrar hacia la izquierda metiéndome en el carril contrario cuando…
- ¡CUIDADO CON ESE COCHE!- me gritó Yuchiko al oído
- ¡mierda!- grité mientras intentaba sobrevivir pero por suerte pude subirme por la acera y continuar a toda velocidad
- ¡quien era ese!- me dijo Yuchiko asustada
- ese, ese, ¡ESE ERA MANOLO!
- ¿y ese es tu amigo?
- si, pero no es mala gente en el fondo
- tendrá que ser muy al fondo
- no lo sabes bien, JA JA JA- dije con una sonrisa y continué.
Después de un rato pensé que a lo mejor podría  hacer buenas migas con ella, aunque tuviera solo un par de días.
- oye Yuchiko, ¿Por qué has venido a la Colonia?
- para visitar a mi tía Mercedes
- ¿nacin deró?
- ¿eh?- dijo Yuchiko con algo de duda
- je, ¿nada más?- traducí
- ¡ah!, nacin-dijo copiando mi inglés.
Pero no me quedé satisfecho, algo me corroía por dentro como si me estuviera engañando.
- ¿falta mucho?- preguntó Yuchiko
- ¡nada, ya estamos llegando, aguanta!- contesté sonriendo
- vale.
En ese momento pude ver la calle del Iván, sólo podía pensar en la cara que se le pondría al ver a Yuchiko conmigo. Entré en la calle, aparqué en frente de su casa, me bajé y llamé a la puerta y salió su hermano Tony y
 le pregunté:
-¿está Iván?
- no, se ha ido a los llanos- contestó mientras miraba a Yuchiko
- adiós- contestamos Yuchiko y yo a la vez.
Así pues nos dirigimos a los llanos(es el nombre recibido a un gran espacio de terreno) que se situaba a un poco más adelante.

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